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viernes, 13 de mayo de 2022

Giovanny Cruz: piratería y disparates de un viceministro

En un artículo reciente, el actor y dramaturgo dominicano Giovanny Cruz, ahora ejerciendo la política como viceministro de cultura en su país, responde de manera ridícula ante unos señalamientos que le hice en una entrevista, por piratear algunas informaciones suministradas y que ahora asume como “su descubrimiento”. Resumo: le hice llegar copia de fragmentos de documentos donde aparecen las firmas de Cecilia Baranis y José Ferrer, relevantes actores cubanos radicados en Venezuela durante el siglo

Imagen de una de las firmas de José Ferrer enviadas
a Giovanny Cruz  y que años después dice haber "descubierto"
en dos documentos

XIX y que estuvieron de paso en República Dominicana. La entrevista, en la que me refiero a Cruz como un escolar tramposo, fue hecha en 2021 por el crítico venezolano Carlos Rojas.  (Ver http://mipuntodevistacritico.blogspot.com/2021/08/oscar-acosta-el-teatro-virtual-es-una.html )

El falaz artículo de Cruz, el cual contiene un inventario de mentiras infantiles sobre el intercambio de opiniones que sostuvimos durante años, podemos leerlo en el sitio web de un diario digital dominicano (Crónica de una investigación histórica ). Escudándose en una lista de nombres de amistades en busca de avalar su versión, el cuentero Cruz omite zorrunamente como si nunca existieron -¡que detalle!- el video y el texto en los que piratea descaradamente y los cuales son el objeto de mi reclamo. ¡Qué desfachatado es este personaje! 

La transcripción de su conferencia está contenida en la siguiente publicación La Dramática: El teatro revolucionario de Juan Pablo Duarte  El video, fue retirado por Cruz de su canal en Youtube después que  le reclamé las fullerías, pero también se encuentra en otros enlaces. Puede verse en  "Conmemoración Consular de la Independencia Dominicana, 1844-2021"  ( Minuto 29´.08´´)

A confesión de parte, relevo de pruebas.  La defensa que intenta Cruz en su blog luego de mis observaciones, así como los enlaces  que divulga en el mismo sobre el caso, más bien parecen una crónica del trabajo que he realizado durante años, con el cual alimentó una charla que  ofrece y la cual es una recopilación de lo indagado por otros sobre los inicios del teatro profesional en República Dominicana y su importancia en el proceso de independencia. El tema lo han tratado desde hace décadas varios historiadores de ese país. O sea, Cruz se vanagloria de haber descubierto el agua tibia y, de paso, la templada y la fría.  NO HAY NADA, ABSOLUTAMENTE NADA, DE LO QUE CUENTA ESTE CHARLISTA QUE NO HAYA SIDO ESCRITO CON ANTERIORIDAD. Me corrijo… Lo único novedoso es lo proporcionado por el autor de estas líneas y alguna que otra especulación muy secundaria o, peor, sin fundamento. Vale decir que tuve la precaución de no suministrarle las referencias archivísticas donde ubiqué los documentos. 


Prestemos atención a los siguientes dos ejemplos. Cito seguidamente un párrafo del  texto publicado por Cruz hace dos años y que cuestiono por fraudulento. 

“Sobre José Ferrer he encontrado, también, dos documentos con su firma autógrafa. Uno de ellos es una litis que dicho actor, masón y patriota sostuvo con el gobierno de Venezuela porque le negaron el permiso para él abrir un teatro en Caracas. También tengo la información que José Ferrer fue el encargado de dirigir, en 1829, una obra en la cual participó José Antonio Páez, para entonces jefe político y militar de Venezuela. La pieza fue el primer montaje en ese país de una obra de William Shakespeare.” (página 16)

Mentira. No “encontró” -ni “descubrió” como afirma en el video- ningunos documentos. La verdad es que le envié por vía telemática los fragmentos finales de los mismos, con dos imágenes de las firmas de José Ferrer y mi comentario del contenido de uno de ellos, que trata de un litigio del artista con las autoridades. Cualquier persona decente que quiera demostrar la valía de su palabra haría públicos tales documentos, así como su ubicación en los archivos históricos venezolanos. Pero el viceministro Cruz no lo hará, porque miente. No tiene los documentos que anuncia. Debo rectificarle también la información sobre el primer montaje de una pieza de Shakespeare realizado en Venezuela.. El primer montaje del genial dramaturgo inglés en Venezuela del cual tenemos noticia data de 1822 y no se relaciona con Ferrer y Páez.

Segundo ejemplo. Cruz se arriesgó a un fallido triple salto mortal en patines de habladuría histórica cuando expresó lo siguiente:

“En la búsqueda de todos estos datos me he encontrado con una información documenta (sic), y aparentemente aún desconocida por historiadores dominicanos, que podría relacionar a José Núñez de Cáceres con el tema que nos ocupa. Recordemos que Núñez de Cáceres proclama el 1 de diciembre del 1821 la llamada Independencia Efímera, la cual apenas duró hasta el 9 de febrero de 1822. Exiliado en Venezuela, trabajó en Caracas como Censor Oficial de Teatro. En esas tareas conoció a José Ferrer y a Cecilia Baranis, que ya en 1823 eran artistas de relevancia internacional, dado que en ese año actuaron en Cuba. ¡Justo al lado nuestro! Este dato me lleva a una presunción: Núñez de Cáceres podría haber sido quien recomienda a los referidos teatreros para trabajar aquí con los padres fundadores de la República.” (páginas 17-18)

La información que el descubridor viceministro Giovanny Cruz vocifera alborozadamente haberse “encontrado” se trata de un acta del cabildo caraqueño, fechada el  9 de mayo de 1825 y que reposa en el Archivo Histórico Municipal de Caracas; aunque fui quien le suministró la copia del documento, me declaro inocente de la disparatada habladuría detectivesca que se inventa. José Núñez de Cáceres no pudo haber sido quien recomendó a los referidos teatristas ir a Santo Domingo, pues salió de Venezuela en 1827, estando residenciado en México hacia 1838-40, años cuando Cruz alucina que el prócer dominicano invitó al dúo de actores,  quienes para entonces trabajaban en Caracas.  Tampoco eran artistas de “relevancia internacional” en 1822-23. Actuaban en Cuba sí, pero porque nacieron en esa isla, residenciándose en Venezuela poco después, donde posiblemente se naturalizaron con el pasar del tiempo. (Ver imágenes) 


Acta de matrimonio de José Ferrer, fechada en amarillo los datos esenciales: fecha de expedición, nombre de los contrayentes y lugar de nacimiento de Ferrer Puede leerse en la octava linea "n. (natural) de Ballamo dela Havana". Los errores en los registros eclesiásticos eran frecuentes, así que la confusión al asentar  La Habana, donde debió escribirse Cuba, no es extraño. En otro documento Ferrer aparece como nativo de la "isla de Cuba" y un tercero como natural de "los Reinos de España". Cuba se liberó de España en 1902.
Acta de matrimonio de José Ferrer, fechada en Caracas en 1829. Puede leerse en la octava línea "n. de Ballamo enla Havana". Los errores en los registros eclesiásticos eran frecuentes, por lo que no es de extrañar que aparezca La Habana donde debió escribirse Cuba. En otro documento Ferrer aparece como nativo de la "isla de Cuba" y en un tercero como de "los reinos de España". Cuba siguió bajo el dominio español hasta 1902 


Por las sucesivas menciones en la bibliografía teatral venezolana, se puede deducir erróneamente, como en efecto me sucedió y aún sigue sosteniendo Cruz en los patinazos de sus charlas, que la pareja era venezolana, pero fuentes inéditas de primer orden halladas en los últimos años confirman –hay que repetirlo- que nacieron en la isla de Cuba, para entonces aún una colonia de España. Abundantes e inéditas referencias sobre la pareja de artistas pueden hallarse en dos textos de mi autoría publicados en 2021, acá en su versión digital  La ignorada presencia femenina en los inicios del teatro venezolano (1823-51) y  El segundo Coliseo de Caracas (1819-51).


Acta matrimonial en Caracas (1866) de Cecilia Baranis. En subrayado amarillo puede leerse "Cecilia Baraní natural dela Havana".La actriz falleció repentinamente en 1870, como puede leerse en otra acta. 


Insistiendo en poner la torta al escribir sobre el tema y refiriéndose a mí, el conferencista  Giovanny Cruz culmina su pasquín con la siguiente granujada: “dice en su país que mis descubrimientos de Cecilia Baranis y José Ferrer son suyos.” ¡Más le hubiese valido disimular con el silencio! Me acusa ridículamente de atribuirme el “descubrimiento” de dos artistas  referenciados durante más de un siglo por varios historiadores y cronistas venezolanos y dominicanos. Tamaña marrullería difícilmente pasa; vuelvo a preguntarle al actor Giovanny Cruz: ¿Dónde se ubican los documentos con la firma autógrafa de José Ferrer que afirma haber “descubierto”? ¿Cuándo y cómo se los “encontró? ¿Por qué no los muestra? Si responde me retractaré de todo lo anterior. 

Para concluir este cómico impasse, ojalá el viceministro no vuelva a huir hacia delante, respondiendo clara y concretamente las interrogantes hechas sin irse por las ramas. Si no, es mejor que guarde silencio cerrando el telón a sus pretenciosas imposturas, para no seguir maltratando su honrilla y la historia del teatro dominicano.

domingo, 1 de mayo de 2022

Los títeres: ¿arte menor?


En el arte, entendido en su concepto más amplio como recreación de la realidad cuya finalidad principal es el disfrute estético, no hay disciplina que deba ser considerada de segundo orden respecto a otras. Así, erróneamente subestimado como una variedad escénica bastarda e intrascendente, el teatro de títeres es catalogado como un género ‟menor”. De esta expresión dramática, al ser más valorada como recurso didáctico para las escuelas que como expresión artística, encontramos más referencias en los libros de pedagogía que en los especializados en el teatro. En los pensa de estudios de los centros de formación teatral en el país, orientados para abarcar lo integral, los títeres son inexistentes.
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