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miércoles, 2 de marzo de 2022

Recordando el sainete


Leoncio Martínez
El sainete es una obra teatral de breve duración y carácter jocoso, cuyo tema se basa en la crítica a las costumbres. ‟Agresivamente parroquial”, lo denominó José Ignacio Cabrujas para caracterizar las situaciones locales que le servían de argumento; constituyó, a principios del siglo XX, el género escénico más representado en el país. Originado en España, alcanzó gran popularidad como entretenimiento masivo, hasta la llegada del cine y la radio. Los estudiosos del teatro, señalan la intrascendencia del sainete venezolano por el carácter superficial de sus temas y contenidos. No podía ser de otra forma
debido a la intolerancia de los gobiernos de entonces, que ejercían una férrea censura ante toda manifestación que fuera dirigida a las multitudes.
Leoncio Martínez (Leo), una de las personalidades mas versátiles de nuestra historia intelectual, cultivó el sainete con gran éxito. Se desempeñó como poeta, editor, publicista, columnista, narrador, caricaturista, humorista y periodista. De talento sorprendente, fue el encargado de la escenografía en el estreno de la zarzuela Alma Llanera de Rafael Bolívar Coronado y Pedro Elías Gutiérrez, en 1914. Crítico como ninguno, padeció cárcel varias veces durante las dictaduras de Gómez y López Contreras. En 1937, por satirizar en sus caricaturas el apoyo de la jerarquía católica a la sublevación fascista contra la República Española, recibió una paliza de la ultraderecha agrupada en la Unión Nacional de Estudiantes. Algunos de los agresores: Rafael Caldera, Lorenzo Fernández y Tomás Carrillo Batalla.
De Leo es el sainete El Salto Atrás (1924), en el que se burla de los prejucios raciales e hipocrecía de la pequeña burguesía caraqueña de la época. La pieza es uno de los pocos sainetes que se monta con regularidad, de los centenares que fueron escenificados a inicios del siglo 20.

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