Crisis europea
golpea los escenarios
La crisis
económica que vive actualmente Europa ha comenzado a afectar notablemente a los
teatros. Un buen ejemplo de ello, en España, es el recorte presupuestario que
sufrirá el Teatro Real en el 2013, el cual puede ascender al 33 %, lo que
incidirá notablemente en el tren de sus producciones habituales. Este espacio
escénico, situado en Madrid y considerado uno de los más importantes de Europa,
ha albergado regularmente producciones
de ópera. Sus autoridades se han visto
obligadas a alquilar sus instalaciones para la realización de actividades
provenientes del sector privado, en el intento de obtener fondos para superar
el bajón financiero.
Este año, las
entradas para ir a los espectáculos
culturales -en cualquier modalidad y escenario-
tuvieron un alza del 13% debido a la carga impositiva implementada por
el gobierno, lo que significó una merma importante de la afluencia del público
a las salas. España se convirtió en el país europeo con el mayor impuesto a
los espectáculos culturales, superando
el 7% de IVA en Alemania o el 5.5% de Francia. Las previsiones de la Unión de
Asociaciones Empresariales de la Industria Cultural Española (Uaeice),
constituida este año y que agrupa a más de 4 mil empresas (incluyendo las de
teatro)
|
, advierten que, en el futuro, se pueden perder 43 millones de
espectadores, 530 millones de euros en taquilla, y se cerrará el 20% de las
empresas de música, cine y artes escénicas, quedándose sin empleo directo 4 mil
226 trabajadores.
El teatro
español, que ha logrado un importante
grado de comercialización y autosostenimiento económico, gracias a la tradición
centenaria y el arraigo histórico de las artes escénicas, se ve así enfrentado
al duro reto de sortear las dificultades impuestas por una crisis que pareciera
no tener fondo.
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