Teatro popular comprometido en México
El 21 de enero de 1973, un grupo estudiantes de la
Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de México, activistas
culturales en buena parte, tomaron el
“Foro Isabelino”, espacio universitario desde el que lanzaron un duro
cuestionamiento a las autoridades culturales mexicanas de la época. Poco tiempo
después, en el fragor de la dura represión, constituirían el Colectivo de Libre
Experimentación Teatral y Artística (Cleta), siendo la escena uno de los
puntales para expresar su ideario estético y político, comprometido con las
luchas populares y una sociedad más igualitaria.
Este mes, el Cleta cumple 40 años de su fundación, lo
que es un ejemplo excepcional para toda Nuestramérica, de como las artes
escénicas pueden ser activadoras de la trasformación social más allá de los
escenarios. Actualmente han expandido
sus actividades a las áreas de educación popular y la comunicación alternativa,
esta última con la edición de una página web de noticias (www.apiavirtual.org), así como dos periódicos, El Machete y
Machetearte, con la intención de, según expresan en su página web, “La
creación de un contrapoder comunicativo de vanguardia que sirva como referencia
de denuncia en el orden
existente y anuncio de la lucha por la liberación de los pueblos.” Sobre la educación popular, Cleta nos dice, “Los trabajos artísticos, tanto en su forma como en su contenido, deben surgir de este diálogo vivo con las clases explotadas y excluidas, y trascender el ámbito contemplativo y pasivo del arte hacia un arte libre y de liberación.”
existente y anuncio de la lucha por la liberación de los pueblos.” Sobre la educación popular, Cleta nos dice, “Los trabajos artísticos, tanto en su forma como en su contenido, deben surgir de este diálogo vivo con las clases explotadas y excluidas, y trascender el ámbito contemplativo y pasivo del arte hacia un arte libre y de liberación.”
El colectivo es hoy toda una referencia en México, por
la cantidad de iniciativas, grupos y actividades que se han desprendido o
gestado gracias a su labor. Cada finales de año organizan el Festival Teatral
Cervantino Callejero, que ya lleva XXXIV ediciones y que se efectúa de manera
alternativa al otro Cervantino, organizado con el apoyo de las autoridades
oficiales y la empresa privada, y al que
tildan de excluyente y elitista. Al evento callejero anual del Cleta, han
concurrido durante más de tres décadas, centenares de agrupaciones del
continente e incluso de Europa, un hito notable si se piensa en las
dificultades financieras que ha de superar un evento de esta naturaleza.
Del grupo fundador, aún permanece batallando en
la organización Enrique Cisneros. Muy conocido en el ambiente cultural y
artístico mexicano gracias a su trayectoria como actor, Cisneros, crea en 1977, el personaje “El llanero
solitito”, mezcla de juglar, payaso circense, personaje de la Comedia del Arte
italiana y vocero de la crítica política más aguda, con el que ha recorrido las
calles y plazas de su país, así como las de Latinoamérica. A él, se han sumado
jóvenes educadores profesionales y artistas como Violeta Hernández, Octavio Valadez,
Mercedes Nieto, Sirahuen Millán, Erandi Villavicencio, Maruca González y Marcos Fragoso, entre otros, insuflando energías renovadoras al Foro
Abierto de Casa del Lago, espacio público de sus actividades, así como a los
proyectos que actualmente dan vida a la organización.
Recientemente, formaron la
Escuela Universitaria de Teatro Popular, única en su género en estas latitudes
y que otorgará el grado de licenciatura a quienes egresen. El logro no es poco,
tomando en cuenta la subestimación con que generalmente es calificada cualquier
tendencia teatral desde el ámbito académico, cuando esta se acerca a lo que se denomina “popular” (en cualquiera de sus
significados), situación a la que no escapa nuestro país, a pesar de los tiempos
de revolución que vivimos y de las nuevas instituciones educativas artísticas
surgidas
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