Juliano Mer Khamis, actor y dierctor |
“Nos juntamos, por todos los medios, en la lucha por la liberación del pueblo palestino, que es nuestra lucha. Cada persona en relación con este proyecto, siente estar también ocupada por el movimiento sionista, por el régimen militar de Israel, y por su política. Aunque vivan en Yenín, en Haifa o en Tel-Aviv. Nadie hace este proyecto para curarse. No somos unos curanderos. No somos buenos cristianos. Somos combatientes de la libertad.”
Yenín, es
un campo de refugiados
de unos 18.000 habitantes
en Cisjordania, Palestina. La
localidad fue noticia en
abril del 2002, cuando fue desbastada por
el ataque inclemente de
los tanques y la
cohetería a que fue
sometida, durante una encarnizada
batalla que duró días,
entre el ejército israelí
y la resistencia
palestina.
En ese
contexto de guerra, asedio
y dolor fue
fundado, en 2006, el
Teatro de la Libertad,
por Juliano Mer-Khamis, junto a Zakaria
Zubeidi (ex-líder militar de
una de brigada combatientes
árabes), Jonatan Stanczak (un
activista sueco-israelí), y
Dror Feiler (artista sueco-israelí). Mer- Khamis, tenía en su haber una brillante carrera como actor y director de cine, teatro y televisión. De su iniciativa, junto al cineasta Daniel Daniel, es el laureado documental Los niños de Arna, cuyo tema central es la labor de su madre Arna Mer, ganadora del Premio Nobel alternativo y activista judía por los derechos humanos y contra la ocupación sionista. Los 50.000 dólares del Premio Nobel ganados por Arna, sirvieron para inaugurar un cine, la sala de teatro y ampliar las actividades, hasta establecer -dentro de las limitaciones impuestas por la violencia en la zona- una escuela de formación escénica. El padre de del versátil director fue Saliba Khamis, cristiano palestino y uno de los líderes del Partido Comunista Israelí.
Dror Feiler (artista sueco-israelí). Mer- Khamis, tenía en su haber una brillante carrera como actor y director de cine, teatro y televisión. De su iniciativa, junto al cineasta Daniel Daniel, es el laureado documental Los niños de Arna, cuyo tema central es la labor de su madre Arna Mer, ganadora del Premio Nobel alternativo y activista judía por los derechos humanos y contra la ocupación sionista. Los 50.000 dólares del Premio Nobel ganados por Arna, sirvieron para inaugurar un cine, la sala de teatro y ampliar las actividades, hasta establecer -dentro de las limitaciones impuestas por la violencia en la zona- una escuela de formación escénica. El padre de del versátil director fue Saliba Khamis, cristiano palestino y uno de los líderes del Partido Comunista Israelí.
En la
página web del Teatro
de la Libertad podemos
leer que el proyecto
“tiene como principal objetivo
mostrar un modelo artístico
de excelencia en la
actividad teatral dentro de
los Territorios Ocupados Palestinos
y, utilizando el proceso
creativo como modelo para
el cambio social, ofrecer
oportunidades a los niños
y jóvenes del
Campo de Refugiados de
Yenín para que puedan
desarrollar las habilidades, autoconocimiento
y confianza que
los lleven a ser
motores del cambio de
la realidad actual y
tomar el control de
su futuro.” Tal planteamiento resultó subversivo
para ambas partes en
pugna, lo que llevó
a un constante
asedio contra los que
trabajan en el teatro.
Por una parte, el
Estado israelí comprendió el
enorme potencial liberador que le imprimía
Mer Khamis; por otro, un sector
de los palestinos más
conservadores consideraron las actividades
escénicas como nocivas para
la juventud. Luego de numerosas amenazas
y dos incendios
provocados al recinto escénico,
Juliano Mer-Khamis fue
asesinado a tiros en
abril del 2011, sin
que aún se haya
podido establecer la autoría
del crimen.
De la Intifada violenta a
la cultural
Pese a lo anterior, el Teatro de la Libertad ha continuado su labor. En julio del mismo año y como respuesta al asesinato, los graduantes de la escuela, en su mayoría jóvenes que abandonaron la militancia en la violencia por la actoral, decidieron montar Esperando a Godot de Samuel Beckett. El elenco sufrió detenciones y hostigamientos; incluso un ensayo con público en un espacio abierto, fue agredido con bombas lacrimógenas y tiros por las fuerzas israelíes. El presente año, la pieza fue exhibida con gran éxito en Finlandia, Alemania y Estados Unidos.
Mer Khamis,
expresó, en entrevista realizada
el año que inauguró
el Teatro de la
Libertad, “ El arte, en
nuestro caso, puede combinarse,
generar y movilizar otros
aspectos de la resistencia.
Todo lo que me
importa es la resistencia.
(...) No creo en
el arte por amor
al arte. Pienso que
el arte puede producir,
motivar, combinar y crear
un discurso liberador universal.
Es mi preocupación en
cuanto al arte. Por
otro lado hay una
dosis terapéutica y la
dosis terapéutica no es
curarse. (...) no se
trata de curar a
nadie de su violencia.
Es para crear una
conciencia que puedan utilizar
en su camino. No
contra ellos mismos.”
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