Extensa es la influencia de la religión católica en las artes escénicas. En la época feudal, la iglesia persiguió a los teatreros e intentó suprimir toda escena que no deviniera de su influencia doctrinal. Los actores fueron relegados fuera de las concentraciones urbanas y el clero, consciente del influjo y la masiva convocatoria del arte teatral, ideó toda una variedad de géneros dramáticos en el intento de sustituir un escenario considerado profano ( o cuestionador) por otro para evangelizar al público: misterios, moralidades, dramas litúrgicos, autos sacramentales... La iglesia perdió influencia y hoy todas esas expresiones son reliquias más propias de los libros de historia que de la actualidad escénica, salvo el acto sacramental elevado a la categoría de obra maestra gracias a la pluma genial de Calderón de la Barca, durante el Siglo de Oro español.
De la intensa actividad escénica religiosa medieval solo persisten